Transformación

INTERIOR - COCINA. DÍA.

BEA

Mamá, voy a hacer sujetadores de lactancia bonitos

ANGELINES

¿Quién? ¿tú? (media sonrisa incrédula) 

Pero si no sabes coser. 

BEA

Pues aprendo

ANGELINES

¡Bueno! A ver si crees que eso es que te pones y ya está… 

No culpo a mi madre. Que su hija a sus 38 añazos le suelte tal sandez es por lo menos para no tomarla en serio. Lo que mi madre no sabía es que detrás de esta afirmación estaba mi PROPÓSITO: hacer sentir a las madres en la lactancia un poco mejor.

Pues sí, mamá, te pones, te pones, y aprendes. Como muchas cosas en la vida…

Espera. No fue así de sencillo. Tuve que pasar una crisis de salud mental para darme cuenta de que ahora o nunca. 

No es tan sencillo, me llevó más de dos años este proceso.

No ha sido tan sencillo, ha sido una huida hacía delante.

Mamma Bra es el resultado de una búsqueda personal y profesional dura, en la que veía que apenas avanzaba, a ratos decidía que me conformaba, que con tener una nómina ya me bastaba. A ratos me desesperaba y enfermaba. Después he sabido que estaba cargadita de cortisol. Que el malestar que sentía por las mañanas de camino al Cercanías no era algo puntual y que su origen no era físico.

Me he ido cuestionando constantemente a nivel profesional. Antes de emprender mi proyecto he trabajado en otros ámbitos que me llenaban por temporadas o que directamente sabía que no era mi lugar pero como parece que el éxito se mide en salario y jerarquía por encima de todo, pues yo lo había conseguido: ya era una “mando intermedio”, había promocionado y tiraba pa´lante. 

Ha sido gracias a haber vivido muchas situaciones dolorosas por estar en espacios en los que en realidad no quería estar, que he optado por construirlos yo: Mamma Bra es un espacio femenino, con un lenguaje emocional, con las madres en el centro y con mucho cariño y cuidado, hacia ellas y hacía mi misma. 

Llegadas a este punto, donde el universo que he construido tiene sentido, dónde doy respuesta a las necesidades de mujeres en la lactancia, y cubro mis propias necesidades de realización profesional, aparece el “síndrome de la impostora”: soy mayor, no me he dedicado a la confección, no tengo experiencia, aprendí a coser para esto… Aunque estoy formada en marketing y comunicación siempre tengo la sensación de que me tengo que preparar más, de que me pasan por derecha e izquierda y cuando yo quiera empaparme de lo que se cuece digitalmente, ya será tarde. Pero con todo y con eso, sé que esta transformación profesional tiene sentido para mí y que Mamma Bra es un puntito de bonitismo y sensibilidad en este mundo de la maternidad, y eso para mí es el ÉXITO.