¿Por qué sujetadores de lactancia?

Tenía muy claro que tenía que hacer algo que ayudara a las madres durante el posparto. ¿Por qué? ¿Qué narices me había pasado para que me sintiera una abanderada de la lucha por el bienestar maternal después del nacimiento?

Beatriz Díaz
Beatriz Díaz | Creadora
27/06/2023 | Actualizado: 27/06/2023 27/06/2023
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¿Por qué sujetadores de lactancia?
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Tenía muy claro que tenía que hacer algo que ayudara a las madres durante el posparto. ¿Por qué? ¿Qué narices me había pasado para que me sintiera una abanderada de la lucha por el bienestar maternal después del nacimiento? Muy sencillo: no estaba dispuesta a que otra madre tuviera el sentimiento de desamparo que yo sentí cuando me enfrenté al mundo con una bebé llevándose mi energía por la teta.

Desamparo, sí, porque de repente ya no estaba en mi lugar. Me sentía como una extranjera en un país en el que conoces apenas algunos términos para desenvolverte en el metro o en una cafetería, pero eres incapaz de socializar porque no sabes el idioma. Claro que me había informado ¿y qué?. Es como cuando aprendías inglés en el colegio y te ibas de intercambio… what the fuck! Esto es otra cosa!

Desde luego, esa sensación de desubicada también se trasladaba a lo físico. Allí estaba yo, mirando mi cuerpito de posparto en el espejo, al que casi no reconocía, con una lencería que cumplía su función y ya. Y sin que suene excesivamente consumidora, ¿cuántos productos tenemos que nos encantan porque, además de cumplir su función, encajan con nuestros gustos, aplican diseño y qué coño, ¡son bonitos!? Pues parece que con los sujetadores de lactancia esto no ocurre. 

Volvemos al momento después de la ducha, con mi tripa blanda, mi línea alba y mi sujetador blanco, funcional, completamente sustituible, sin protagonismo… pero ¿qué mierda es esta? 

Ahí estaba! 

Justo ahí, aquello que de tanto repetirse parecía real e inalterable: 

Los sujetadores de lactancia son horribles. 

Ala, y ya está. Y te lo crees. Como cuando dicen que solo se usa el 10% del cerebro… porque algunas personas parece que solo utilizan ese porcentaje pero no es cierto. Así que me propuse cambiar la realidad… de los sujetadores, la neurociencia no es mi terreno. Los sujetadores de lactancia pueden ser bonitos, coloridos, apetecibles, por lo menos los que yo voy a hacer.

Otro día te cuento cómo empecé este proceso sin tener ni idea de coser y cómo me fui metiendo en diferentes jardines.

Nos vemos otra vez en unos días.

Bea.

P.D. Dedica 2 minutos a mirar tu cuerpito después de la ducha y a agradecerle haber dado vida.

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